Los jubilados de Betxí fueron ayer los protagonistas de la jornada festiva, como reconocimiento público a su labor desarrollada en el municipio de la Plana Baixa. Tras la celebración de la misa dedicada a este colectivo, cantada por la Coral Polifónica de Betxí, con la asistencia de autoridades, con el alcalde, Alfred Remolar, al frente, todos ellos se reunieron alrededor de la mesa en una comida de homenaje celebrada en el restaurante Brisamar de la localidad. Alrededor de 370 personas se dieron cita en estas instalaciones en un acto consolidado en la programación de las fiestas mayores de Betxí. Al finalizar hubo baile para los asistentes.

Mientras esta propuesta copó la primera parte de la jornada, el multitudinario concurso de disfraces, con la participación de más de un millar de peñistas, llenó de colorido y diversión las calles de la localidad por la noche. En esta edición, como novedad, avanzaron a las 22.00 horas la concentración de los asistentes en la plaza del Llaurador, que desfilaron por la avenida Primero de Mayo y J. Dualde hasta el ágora de Ruralnostra, nuevo emplazamiento. Las charangas All’s Sex May Cowen y Xacamin amenizaron el trayecto. El jurado se situó delante del Teatro Municipal, donde los participantes realizaron sus bailes y coreografías preparados para la ocasión, ante la presencia de los vecinos congregados en el recorrido.

Otra de las apuestas del equipo de gobierno es el apartado cultural, con actuaciones musicales, teatrales y monólogos. Ayer fue el turno del humorista Óscar Tramoyeres, que atrajo a numeroso público a la Casa de la Cultura.

Respecto al apartado taurino, a las 13.00 horas tuvo lugar la entrada de vacas de Hermanos Guillamón, de Sant Joan de Moró, mientras que por la tarde se soltaron ejemplares de Hermanos Benavent de Quatretonda, mientras hoy retomarán la exhibición de toros cerriles de los hierros Ave María y Talavante, y las emboladas por la noche.