La pasarela peatonal será una realidad en los próximos meses». Así lo anunció ayer el alcalde de Betxí, Alfred Remolar, tras comenzar las obras de construcción del que es «uno de los planes más importantes para este municipio dentro de la movilidad y la seguridad de las personas».

El proyecto, que tiene un presupuesto de 250.000 euros, será subvencionado en buena parte por el Ivace dentro de su plan de mejora y modernización de los polígonos. De hecho, el ente que depende del conseller Rafa Climent aportará cerca de 186.000 euros para posibilitar que los trabajadores de Betxí puedan acceder a pie o en bicicleta a las empresas que se encuentran situadas en las zonas industriales del Molillop y del Canyaret.

«Después de muchas gestiones, conseguimos empezar los trabajos de esta infraestructura que en los últimos años ha sido una de las más solicitadas por la ciudadanía», apuntó el primer edil. De hecho, dentro de la iniciativa promovida desde Noves Sendes para sondear qué ideas serían las más demandadas por los vecinos, la pasarela fue el proyecto que contó con una amplísima mayoría por parte de todos los sectores de la población. «Nos ha costado muchísimo poder empezar los trabajos, ya que a las complicaciones normales de cualquier obra hemos tenido que esperar hasta tener la oportunidad de esta subvención. Pero ahora, lo más importante es que las tareas avancen a buen ritmo y puedan concluir en el tiempo estipulado», concluyó Remolar.

carril bici // El pasado octubre, el consistorio comenzó las obras de construcción del nuevo carril bici, que enlazará la carretera de Burriana con el polígono Canyaret y, a la vez, permitirá anillar toda la zona industrial y el enlace con la población a través de la construcción de la pasarela peatonal. El carril tendrá una longitud de casi dos kilómetros y partirá de la rotonda de la carretera de Burriana, cruzará el río por el puente nuevo y llegará hasta la empresa citrícola Serifruit. El proyecto también está financiado en un 90% por el Ivace.

Se trata de una infraestructura que, por un lado, permitirá a los empleados de la zona ir a pie o en bici al trabajo y, por otro, supondrá un anillo circular para practicar running o ciclismo, como demandaban los vecinos.