Día de fiesta en Betxí, con la onomástica del patrón de los animales. Unos 4.000 vecinos participaron en una jornada de hermandad que tuvo como epicentro la Muntanyeta de Sant Antoni. Allí llego la romería que arrancó el programa, con la colaboración de los quintos 2019, dolçainers y la banda de música. No faltó durante el trayecto el típico reparto de las coquetes con sal y aceite. El Ayuntamiento distribuyó entre los participantes de la comitiva unas 3.500 unidades.

Ya en la ermita, las citas religiosas tomaron protagonismo, con la misa presidida por José Luis Valdés Aguilar, amenizada por el coro parroquial.

Posteriormente llegó uno de los momentos más esperados, con la interpretación del Ball del Barril. Las notas de esta tocata, interpretadas por dolçaines, emocionaron a los asistentes, al considerarse como uno de los himnos de la población. «Se llama así porque antiguamente se bailaba alrededor de un barril con fuego para que los integrantes de la danza no se helaran y entraran en calor», explicó el alcalde, Alfred Remolar. Esta tradición dio paso a otros bailes populares, con los grupos les Passeres y l’Arquet.

El folclore prologó la hermandad alrededor de viandas, con la comida en el exterior del templo. Para hacerlo posible, habilitaron unas zonas acotadas para cumplir con la normativa de la Generalitat respecto al fuego y hacer las brasas para cocinar, con la carne como plato estrella.

PARTICIPACIÓN // «Ha ido todo muy bien, con elevada participación, a pesar de ser un jueves, pero los vecinos se vuelcan en esta jornada e incluso muchos que trabajan fuera piden el día libre para poder asistir a las actividades», según concretó el primer edil.

El retorno de los romeros hasta la iglesia parroquial puso el punto y final a la programación de ayer. Pero la agenda continúa en Betxí, con misa y procesión el domingo y la música del Sant Antoni Pop Festival, el sábado 26.