Las obras para instalar una caldera de biomasa en la sala de la antigua piscina climatizada de Segorbe han comenzado esta semana. Este edificio pasará, en un plazo aproximado de dos meses, «de ser un local abandonado a contener la maquinaria para dotar a la ciudad de una mayor eficiencia energética», informaron ayer fuentes municipales.

Una vez puesta en funcionamiento, producirá energía a través de la quema de cáscara de almendra o pellet. Abastecerá a la piscina municipal, al conservatorio y al pabellón en una primera fase, pudiendo ampliarse al auditorio y multiusos en el futuro, «e incluso a los edificios de titularidad autonómica, como el centro de salud», argumentaron.

Esta es una obra en favor del medio ambiente y una salida eficiente para la materia prima. Es destacable también el ahorro económico en electricidad que supondrá a las arcas públicas. Una vez puesto el sistema para estos inmuebles, la factura de energía eléctrica en total podría reducirse entre 10.000 y 15.000 euros al año, dependiendo del material.

MÁS INTERVENCIONES / Además de la colocación de la caldera, durante este 2017 se tiene previsto realizar actuaciones de acondicionamiento del local de la antigua piscina, con la finalidad de darle utilidad.

La idea inicial, que tomará forma en unos meses, es cubrirla e instalar un suelo con un material que sea adecuado para poder realizar actividades deportivas o de ocio.