No hubo sorpresas. Ayer por la tarde, en la sesión extraordinaria del pleno municipal se aprobaron los presupuestos de este ejercicio con los votos a favor del tripartito (PSOE, EU y Compromís) y Som la Vall, y la oposición del PP y la abstención de Ciudadanos.

El debate se sustentó en las diferencias irreconciables que mantienen equipo de gobierno y oposición --a excepción de Som la Vall, que firmó un acuerdo previo con el ejecutivo local, tras incorporar al documento algunas de sus propuestas--, en especial, las que volvieron a evidenciar desde el Partido Popular, donde insistieron en que el pacto de gobierno manifiesta «carencia de ideas» y se mantiene en el Ayuntamiento «con un proyecto agotado».

En su contra, estuvieron los argumentos que afearon a los populares no haber hecho ningún tipo de propuesta positiva, a pesar de sus constantes críticas a la gestión municipal. Para el ejecutivo que lidera Tania Baños, estos presupuestos consolidan el trabajo realizado a lo largo de la legislatura, que se ha caracterizado por «la reducción de deuda y la reducción de impuestos».