La presidenta del Partido Popular en la Comunitat, Isabel Bonig, afirmó ayer que existe «una emergencia en sanidad pública ante la falta de gestión y planificación, que solo se acabará cuando gobierne el PP». La líder de la formación hizo estas declaraciones en Almassora, durante un almuerzo con la candidata a la alcaldía, junto con militantes y simpatizantes.

Bonig hizo referencia a las medidas adoptadas por el departamento autonómico para hacer frente a la falta de personal de l área de Radiología en el Hospital de Vinaròs. «Declararon de emergencia el servicio público, y lo adjudicaron a dedo a una empresa privada porque no hay especialistas en el centro», dijo, para valorar la incidencia como «una situación límite que debería hacer reflexionar al presidente Puig».

En el transcurso de su intervención, aludió a que el estado de las listas de espera «se ha convertido en uno de los principales problemas para los valencianos» y señaló que los datos «son tan escandalosos que el presidente de la Generalitat debería solo por eso y por la salud de los valencianos convocar elecciones».

Según los datos aportados por la presidenta regional de los populares, actualmente hay 66.488 valencianos esperando ser operados, «8.500 más que cuando gobernaba el PP, porque no han planificado, no trabajan y cuando se han dado cuenta, en muchos hospitales como el de Vinaròs se ha quedado sin especialistas». Bonig concluyó sobre este asunto que su partido «hará frente a esta situación y permitirá a los valencianos que elijan libremente donde quiere ir, y el dinero de los chiringuitos irá destinado para la salud de los valencianos».

CAMBIO / Durante su intervención de precampaña, comentó que la política «sigue siendo la mejor herramienta para cambiar las cosas» y habló de «los vendedores de ilusión, los demagogos que quieren resolver los problemas complejos a base de tuits, fotos y dos minutos en la televisión, porque una cosa es hablar y otra es gobernar, una cosa es insultar y otra es decidir».

Por otro lado, habló de la movilización de colectivos taurinos y de las mociones en varios consistorios para preservar estos festejos. Aludiendo a la vicepresidenta del Consell, Mónica Olta, calificó de «lamentable que lo prohiba y dé órdenes a sus alcaldes y concejales que lo obstaculicen, y ante la proximidad de las elecciones dé dos pasos atrás para engañar a la gente; que les dé libertad, quien quiera ir que vaya y quien no que no vaya», afirmó.