No hay dos sin tres. Y sino que se lo digan al alcalde de Borriol, Silverio Tena, que afronta el tercer año de presupuestos municipales prorrogados. En el pleno de esta semana se ha topado, de nuevo, con la negativa de los grupos de la oposición de sacar adelante las cuentas que acabarían «con una tensión de tesorería que nos obliga a trabajar con modificiaciones de crédito que el resto de grupos se dedican a bombardear», indica el primer edil.

El empate en el número de concejales entre Compromís y el PP -con cinco ediles- convierte a Veïns de Borriol -con dos representantes- y el PSOE -con uno- en determinantes para lograr que las cuentas salgan adelante. Por el momento, ambos partidos, al igual que el PP, no se han mostrado predispuestos a dar un paso adelante y desbloquear un escenario muy complicado.

De este modo, como indica Tena, «nos encontramos con situaciones como una plantilla desfasada, con personas que se han jubilado y plazas sin cubrir, o puestos que ya no son necesarios y no se pueden reordenar». El primer edil añade que, en las cuentas en vigor, se incluyen ingresos inexistentes «como los 800.000 euros por una supuesta privatización del agua que incorporaron los populares que ni se ha producido ni nosotros vamos a hacer».

«El municipio necesita unas nuevas cuentas y estoy decepcionado con la actitud de la oposición», señaló el munícipe. Sin embargo, esta no es la primera vez que Borriol vive una situación similar. Y es que, en el 2012, tras tres años con presupuestos prorrogados, el gobierno del popular Adelino Santamaría logró por fin el beneplácito de Veïns.

En esta ocasión, el munícipe asegura que está dispuesto a seguir dialogando para lograr una solución in extremis al caso. «Los tiempos apremian y el 1 de enero está cerca», recuerda.