Pocas localidades pueden presumir de dar nombre a una variedad de olivo. Borriol es una de ellas, aunque su cultivo está solo presente en apenas 250 hanegadas. Con el fin de ensalzar sus propiedades y promocionar su producto derivado estrella, la oliva trencada, las concejalías de Comercio y Agricultura culminaron ayer la primera edición de su Mostra, con degustaciones en 13 establecimientos.

El edil Josep Cristià Linares detalló que los propósitos marcados son «dar un valor añadido tanto a esta variedad autóctona como al producto, mediante la creación de un distintivo que le dé singularidad». «Además de en nuestro propio pueblo, la oliva trencada se comercializa en puntos cercanos como Castelló y ahora queremos darle más recorrido», puntualizó.

Esta primera edición también incluyó una serie de charlas, a cargo de los doctores de la UJI Eugeni Llorens y Begonya Vicedo, en las que se explicaron las propiedades de la borriolenca y los retos de su cultivo. «Por el momento es más apreciada fuera de nuestro entorno, ya que los estudios realizados demuestran sus grandes propiedades cardiosaludables, más que otros tipos de aceituna», tal como añadió el concejal.

La iniciativa fue acompañada de otro producto del municipio, la algarroba, y sus muchas aplicaciones en repostería.