Burriana culminó los trabajos para acondicionar el término municipal con el objetivo de que los caminos, viales y cunetas estén en perfectas condiciones durante estos meses de otoño, cuando se suelen producir fuertes lluvias para evitar inundaciones y prevenir incendios. Se trata de unas actuaciones previas al arranque de la temporada de la recolección de cítricos, recientemente iniciada.

Y es que las tareas las ejecutaron cerca de un centenar de personas desocupadas que desarrollan su trabajo durante el año en labores exclusivamente agrícolas y que se beneficiaron del programa del paro agrario. Las acciones las desarrollaron en cuatro memorias, programadas entre agosto y septiembre, para poner a punto una veintena de vías, entre ellos el camí les Monges, camí la Ratlla de Nules y viales de servicio en la CV-18.

El concejal de Políticas Activas de Ocupación, Joan Ramon Monferrer, explicó que el objetivo de esta iniciativa, cuyo presupuesto ascendió a 200.000 euros, es que las personas que trabajan en el campo «alcancen un complemento de rentas durante el periodo estival». De hecho, estas contrataciones «sirven para complementar la economía de los vecinos que se dedican a trabajar el campo, quienes hasta el comienzo de la campaña de recogida de naranjas ven cómo el volumen de ingresos baja drásticamente y con ello se resiente la economía familiar», añadió el edil.