Desde hace un tiempo, el puerto de Burriana se ha transformado en una de las paradas habituales de los barcos de rescate de refugiados. Los últimos en hacerlo son el Sea-Watch 3, que llegó el 23 de enero, y el Alan Kurdi, que lo hizo el 4 de febrero. La razón para detenerse en este fondeadero es el precio bajo del amarre, el más barato de todo el Mediterráneo.

Ambos buques siguen anclados en el muelle burrianense aunque tienen previsto zarpar esta semana. Llevan varios días haciendo reparaciones y recogiendo comida y ropa para los próximos viajes. En este momento, esperan el cambio de tripulación, los que llegan a Burriana vuelven a sus casas y vienen otros para sustituirles.

Cuando fondean naves como estas en Burriana, se corre la voz rápidamente entre los vecinos del municipio y de otras partes de Castellón para recolectar objetos. Como la última vez la recogida superó todas las expectativas y excedió lo necesario, el Casal Popular del municipio comenzó a coordinarla. Desde la asociación cuentan que se ven obligados a pedir solo cosas específicas que la tripulación les pide porque las necesita expresamente. Por ejemplo, en cuanto a la comida solo sirven alimentos secos que duren mucho tiempo como arroz, legumbres o latas de conserva.

La última llamada a la colaboración de los vecinos pedía prendas de ropa, ropa interior, cepillos de dientes y pañales.

Aunque, tristemente, los vecinos de la zona comienzan a acostumbrarse a la llegada de estos buques, desde el Casal recuerdan lo importante que es la ayuda de la gente para la labor que hacen.

Dos buques con historia

Hace unos meses, el Sea-Watch tuvo varias apariciones en medios de comunicación de toda Europa por la detención de su capitana, Carola Rackete. El barco llevaba 42 inmigrantes a bordo cuando el gobierno italiano decidió impedir su llegada a puerto y detener a la capitana.

Tras seis meses de bloqueo, la justicia dio la razón a la tripulación del Sea-Watch y permitió su salida de Italia en diciembre del año pasado. Hasta entonces este buque había rescatado a más de 1.500 refugiados en el mar.

El otro barco amarrado ahora en Burriana también salió en las televisiones de todo el continente por el nombre con el que fue bautizado: Alan Kurdi. Su capitán decidió nombrarlo así en honor del pequeño Alan, protagonista de una de las fotografías más impactantes de los últimos años —imagen tomada en el 2015—, en la que aparecía su cadáver en una playa.