Los trabajos para preservar el paraje natural del Clot de la Mare de Déu ya están en marcha en Burriana. Las labores están incluidas en el Plan Hidrológico del Júcar (PHJ) y se centran en restaurar la vegetación de ribera, para lo que eliminarán las especies invasoras, sobre todo la caña americana, para introducir otras autóctonas.

Las máquinas trabajan en esta primera fase de las tareas, que durarán unos dos meses, en la parte del sendero que está situado más cerca de la costa, en el margen izquierdo del cauce. Se trata de un camino frecuentado por vecinos para realizar deporte y disfrutar del entorno, por lo que el Ayuntamiento ha cerrado el acceso a algunas zonas del paraje, ya que el desbroce mecánico implica que puedan salir disparados con fuerza trozos de caña y piedras.

El concejal de Sostenibilidad Ambiental, Bruno Arnandis, señala: «El objetivo de esta actuación es recuperar las zonas donde se está perdiendo la calidad ecológica ambiental, por lo que también eliminaremos especies alóctonas invasoras y árboles muertos». Son principalmente olmos afectados por la grafiosis, una enfermedad que está asolando las olmedas de toda Europa desde los años 80, «tal como indican dos informes técnicos, uno de Ferrovial y otro de una asistencia externa», añade el edil.

INTERVENCIÓN CONJUNTA // Una vez finalizado el acondicionamiento, en el que participan la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la Conselleria de Agricultura y la fundación Limne, el consistorio será el encargado de iniciar la segunda fase de los trabajos. Para este año, el mismo tiene prevista una inversión de 30.000 euros para repoblar las zonas en las que arranquen la caña americana, aunque calculan que el gasto necesario para llevar a cabo la adecuación total del Clot será de 80.000 euros, que estarán cofinanciados al 50% con planes Feder de la Unión Europea.

Arnandis destaca que el acondicionamiento hidrológico-ambiental de los cauces es una de las tareas «más costosas» de las encomendadas en la Ley de aguas de las confederaciones hidrográficas, que permitirán «preservar y mejorar la calidad ecológica y ambiental de la zona húmeda», donde hay una gran variedad de fauna y flora de «gran interés».