El Ayuntamiento de Burriana se ha visto obligado a corregir las obras de construcción del nuevo carril bici que conectará la ciudad con la estación de ferrocarril después de haber recibido varias quejas de los vecinos de la zona del camí d’Onda, que mostraron su disconformidad con algunos puntos relacionados con la ejecución de esta nueva vía ciclista.

«Cuando a finales de año recibimos las incidencias, nos pusimos rápidamente en contacto con los técnicos municipales para encontrar una solución», explicó ayer el concejal de Vía Pública, Vicente Aparisi. El principal malestar se debía a la dificultad de los residentes para acceder libremente a los espacios que tienen reservados para sus vehículos, debido a la instalación de un tubo metálico que sirve para proteger al ciclista y separar la calzada.

Con la instalación de este sistema el lugar para el tránsito de los vehículos quedaba muy estrecho, lo que ocasionaba notables molestias a los vecinos. Para solucionarlo, los técnicos municipales han decidido ensanchar estos tramos con la distancia suficiente para que los coches puedan girar con seguridad y a la vez las barras metálicas cumplan su función de proteger al ciclista de los vehículos que circulan por esa vía.

Los residentes también criticaron la situación de la calle Manuel Cubedo Giner, por la que circula un tramo provisional del carril bici. A la llegada a la rotonda, los conductores de vehículos de mayor tamaño no podían tomar la primera salida sin invadir el carril contrario. Por ello, han decidido recortar el bordillo de la acera más cercana al punto problemático para tener el espacio suficiente y poder efectuar el giro con seguridad, evitando nuevos incidentes como el que se produjo hace escasas semanas en este mismo lugar.