La concejala de Comercio de Burriana, Inma Carda, está dispuesta a acabar de una vez por todas con los problemas de seguridad que se derivan del mercado ambulante de los martes, y que hasta ahora sus predecesoras en el cargo han pospuesto. Es por ello que en las últimas semanas ha mantenido varias reuniones con los vendedores afectados por los cambios. No obstante, el diálogo iniciado no ha llegado todavía a buen puerto, por lo que ambas partes se han emplazado a finalizar las conversaciones pasado el verano.

El consistorio tiene que conciliar los intereses de los paradistas con los de los usuarios del centro de asistencia al mayor (CEAM), que piden que el acceso por donde entran los vehículos en caso de emergencia no sea taponado durante los días de mercado. Y es que, aseguran, el actual estado del mismo supondría un grave contratiempo en caso de producirse, por ejemplo, un incendio, pues muchos de los internos tienen problemas de movilidad. Los problemas de seguridad también afectan al Centre Municipal de les Arts Rafel Martí de Viciana, que se encuentra en el mismo vial.

VENTAS // El traslado es una medida que no gusta a los afectados, pues aseguran que perderán ventas. Y es que, aducen, parte de la clientela fija que tienen podría pensar que ya no montan sus tenderetes y buscar otras alternativas de consumo, en el mismo mercado o en otra zona de la localidad. Este es el motivo por el que incluso llegaron a plantear un cambio de ubicación del mercado al completo. De este modo, aseguraron, la gente sí les buscaría hasta encontrarlos de nuevo.

No obstante, esta es una medida que no se ve con buenos ojos, ni por parte del consistorio ni del resto de vendedores ambulantes.

La edila Carda cuenta con un informe de los bomberos y de la policía que detalla las paradas afectadas para garantizar el éxito de una maniobra de emergencia. Es por ello que lo que está en juego ya no es tanto si estos puestos de venta se mueven o no de su ubicación actual, sino encontrarles un emplazamiento idóneo. H