Las primeras fallas de Burriana empezaron a tomar forma en el día de ayer. En casi todos los emplazamientos ya se vieron los ninots, a la espera de la grúa para comenzar las tareas de la plantà. Unas labores que se desarrollaron ajenas a la recomendación formulada desde la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat, que pide aplazar el montaje hasta la tarde de mañana martes, aunque la alusión era explícita solo para Valencia.

El litoral de la provincia está hoy en alerta amarilla por lluvias localmente fuertes y rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El director de Emergencias, José María Ángel, mencionó «la necesidad de extremar las medidas de seguridad en guías, amarres, piezas, carpas, escenarios o aquellos elementos que puedan verse afectados por el viento y la lluvia para impedir cualquier percance». La probabilidad de inclemencias desaparecerá a partir de esta noche, según la Aemet.

Mientras tanto, las comisiones aprovecharon para celebrar paellas, comidas o verbenas, y acercarse hasta los talleres falleros para traer piezas de sus monumentos. En otros casos, los artistas tienen que ir organizándose los remates, tarea que se tiene que planificar con la contratación de la grúa y, de ahí, que ya se viera el trabajo en algunos puntos. Don Bosco fue la primera en tener en pie las piezas centrales. Alrededor de las 11.00 horas llegó la maquinaria y de inmediato los falleros, siguiendo las atentas órdenes del creador, comenzaron a mover los elementos.

A media tarde llegó el turno para la Societat de Caçadors. L’Escorredor fue a por las piezas después de comer para comenzar las tareas. Si la lluvia no lo impide, los trabajos con la grúa hoy serán ya más numerosos, como en Club Ortega, Barri València, La Mercé, Plaça Chicharro, y una de las claras aspirantes a lograr el primer premio, el Club 53.