El Ayuntamiento de Burriana es el único de los pertenecientes al consorcio de Reciplasa que subirá la tasa a sus ciudadanos para el 2018. Así se aprobó en la sesión plenaria extraordinaria que tuvo lugar el pasado jueves por la tarde-noche y, con ello, se desmarca del resto de socios del consorcio.

Los ayuntamientos de Castellón, Vila-real, Onda, Betxí, Almassora, l’Alcora y Benicàssim han venido anunciando que asumirán el incremento de los costes del servicio para, de este modo, no trasladarlo a las arcas de sus respectivos ciudadanos.

Una decisión muy distinta a la adoptada por el equipo de gobierno burrianense. La edila de Hacienda, Cristina Rius, explicó: «No podemos bajar impuestos porque tendríamos que reducir también los gastos». Y añadió que «el objeto de una tasa es cubrir el coste de la prestación» y eso es lo que hacen, repercuten «el gasto que viene de Reciplasa».

CRÍTICAS // En este sentido el portavoz del PP, Juan Fuster, criticó que «en tres años de mandato el actual consistorio va a imponer a un encarecimiento acumulado del 14% en la tasa de basuras», motivo por el que lamentó que «engañan a la ciudadanía». Y es que, prosiguió, «garantizaron que venían a salvar a las personas, pero en la práctica lo que hacen es imponerles cargas fiscales y por eso es normal que los burrianenses se sientan estafados».

Mariola Aguilera, de Cibur, señaló que «ya es el tercer año consecutivo que van a subir este recibo y, además, con una política muy diferente a la del resto de ayuntamientos de Reciplasa, demostrando que este gobierno es más de derechas que algunos incluso de la época de Franco y que de izquierdas no tienen nada».

Desde Ciudadanos, María Jesús Sanchis indicó que «la controvertida medida es para hacer obras en la planta. Por lo tanto, eso es una inversión, no un gasto del servicio que dan y no deberían asumirlo los residentes».