Es cuestión de días que el Clot de la Mare de Déu comience a notar los efectos del plan de preservación y mejora incluido en el Plan Hidrológico del Júcar, tal y como anunció ayer el concejal de Sostenibilidad Medioambiental de Burriana, Bruno Arnandis.

Una de las acciones principales de esta intervención será la eliminación de especies vegetales invasoras, con un predominio evidente de la caña americana (arundo donax), que se localiza en zonas de ribera, que una vez liberadas de su presencia serán repobladas con plantas autóctonas.

La ejecución de este plan, según Arnandis, será en dos fases. La primera de ellas tendrá unos dos meses de duración, «que conllevará el cierre del acceso a algunas partes del paraje natural durante algunos días por motivos de seguridad», puntualizó.

PROYECTO COPARTICIPADO / A diferencia de lo que está sucediendo en otros lugares, a pesar de las demandas y reivindicaciones de los alcaldes, en este caso sí que existe una clara implicación de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en un proyecto coparticipado con el Ayuntamiento de Burriana, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Fundación Limne, «que gestiona y coordina todas las acciones», como precisaron desde el consistorio y que tiene conveniada con la CHJ «la custodia de zonas húmedas».

El papel de esta institución estatal en esta primera fase consistirá en «la eliminación de la caña de unas tres hectáreas de la ribera del Clot que corresponden al dominio público-hidráulico (DPH)» acabando con una presencia impropia que «empobrece la diversidad de la vegetación».

En este hecho incidió Arnandis al explicar que la finalidad del plan es «recuperar las zonas donde se está perdiendo la calidad ecológica ambiental, por lo que también eliminarán plantas alóctonas invasoras». Este es el caso de algunos ejemplares de olmo «afectados por la grafiosis, enfermedad que está asolando la olmedas de toda Europa».