El futuro del Arenal Sound 2016 se antoja incierto. El Ayuntamiento de Burriana insistió ayer a la promotora del festival a no vender entradas hasta que los técnicos municipales decidan si el evento cumple los requisitos legales exigidos, en materia de contaminación acústica y seguridad, y, por tanto, den su visto bueno a esta celebración.

“El consistorio sigue instando a la organización del festival a tener prudencia en la venta de entradas, esperando a tener el visto bueno de los técnicos municipales”, aseguraron desde el Ayuntamiento en un comunicado.

Además, recuerdan que el pasado mes de octubre ya remitieron un escrito a la empresa, en el que se le instaba a no vender entradas para el evento del 2016 hasta tener clara su ubicación y la concesión de licencia municipal.

En este sentido, el concejal delegado del festival, Vicent Aparisi, ha reiterado que, desde el equipo de gobierno, “siempre hemos manifestado que queremos el festival, pero dentro de la legalidad, resolviendo los problemas de seguridad y contaminación acústica que, en la época de gestión del PP, desembocó en un conflicto ante la justicia”. Y es que existe una sentencia que obliga a mitigar el ruido que causa el evento en las viviendas cercanas.

Aparisi ha enumerado las diversas reuniones mantenidas con los vecinos, la organización, la Generalitat, las fuerzas de seguridad y emergencias, los técnicos municipales, con todos los grupos políticos del consistorio para explicarles la situación, así como la publicación de los gastos municipales en el Arenal “para poner de manifiesto el cambio en el modelo de gestión, en una apuesta clara por el diálogo y la transparencia”. Además, el concejal considera “incomprensible” que el PP “utilice esa transparencia para atacar al actual equipo de gobierno, cuando nunca informó de las reuniones, ni de las cuentas, ni de los problemas”.

El recordatorio del consistorio a la empresa se produce cuando ya se han vendido numerosas entradas para la próxima edición y se han confirmado grupos que actuarán. Además, hoy acaba el plazo para que los ‘sounders’, que viven fuera de Burriana, puedan cambiar de cámping, ya que la organización confía en que el evento se mantenga en su ubicación, junto al mar. H