El Ayuntamiento de Burriana acordará en la próxima junta de gobierno imponer la cuarta multa coercitiva a un vecino por no hacer caso a la hora de derribar una vivienda ilegal afectada por la zona de especial protección de la Marjaleria Nules-Burriana.

Se trata de la primera vez que se alcanza esta cuarta sanción coercitiva por omitir requerimiento municipal. La legislación vigente ordena dividir el importe de la demolición en 10 partes y en cada denuncia se le aplica el 10% de dicho coste. En este caso, se trata de una vivienda que cuenta con dos alturas que el propietario no tira, a pesar de los reiterados comunicados del Ayuntamiento y de que se sigue también un procedimiento por la vía judicial.

En el término municipal de Burriana afectado por la zona húmeda existen alrededor de 200 expedientes, pero de ellos, poco más de una decena, corresponden a viviendas, mientras que la inmensa mayoría son debidos a construcciones ilegales menores, es decir, muros, paelleros, casas de campo o piscinas.

En muchos casos, las infracciones en este área protegida se cometieron hace varios años, pero las que se encuentran en el área declarada húmeda no prescriben y de ahí que, pese a todo, se siga adelante con el procedimiento sancionador. La acción municipal se debe al aviso que recibió el Ayuntamiento a mediados de la pasada legislatura de parte de la Fiscalía de Castellón, que advirtió al consistorio de que su obligación no es solo detectar una ilegalidad y multar, sino cerciorarse de que se vuelve a la situación anterior a la de la infracción, es decir, restablecer la legalidad urbanística infringida. H