Burriana fue el epicentro de un terremoto de magnitud 2,4 en la escala Richter, una intensidad que resultó imperceptible para los vecinos, ya que se registró a una profundidad de 11 kilómetros. El movimiento sísmico se registró a las 02:57’01”, cuando la mayor parte de la población estaba durmiendo, factor que motivó que los ciudadanos no notaran ningún temblor.

De hecho, no fue ni el tema de comentario ni en el mercado municipal, ni tampoco en las exaltaciones falleras que tuvieron lugar ayer, y tampoco tuvo excesivo eco a través de las redes sociales. De hecho, la población no está ni mucho menos acostumbrada a sentir temblores, ni siquiera de escasa intensidad.

El movimiento fue registrado por el Instituto Geográfico Nacional, dentro de su información sísmica. Los pequeños temblores de menos de tres grados en dicha escala no suelen ser perceptibles.