Burriana celebró ayer por todo lo alto el día de su patrona, la Virgen de la Misericòrdia, por lo que las citas religiosas tuvieron parte del protagonismo. A las once de la mañana se ofició en la Basílica del Salvador la misa solemne, oficiada por Pedro Cid, y con la asistencia de la alcaldesa, Maria Josep Safont, y las reinas falleras, Judit Pesudo y Ana Giménez.

Ya por la tarde, a las ocho, partió desde el mismo templo la procesión a la que se sumaron la práctica totalidad de las comisiones josefinas de la localidad, con sus representantes ataviadas con los trajes regionales. Un lugar especial también tuvieron las Camareras de la Misericòrdia y fueron cientos los vecinos que salieron a la calle a lo largo de todo el recorrido para ver el paso del emotivo desfile procesional.

Punto y final // Y esta tarde, si las inclemencias meteorológicas no lo impiden, los burrianenses despedirán los festejos patronales con la tradicional Batalla de Flors. Una guerra de confeti en el centro de la población y en el que no faltarán las carrozas sobre las que irán las más de 200 falleras. Serán auténticas obras de arte elaboradas con miles de pequeños papeles de seda. Un castillo de fuegos cerrará los festejos.