La actual exposición sobre las Fallas de Burriana, ubicada en la planta alta del Centre Municipal de Cultura la Mercé, encamina su declaración oficial como museo. La Concejalía de Cultura ultima los trámites, así que celebró reuniones al respecto para cumplir las exigencias requeridas para conseguir la catalogación.

De esta forma, la muestra se convertirá en el Museu Faller, como ya se ha denominado este espacio, pero cumpliendo las formalidades pertinentes, algo que también permitirá acceder a recibir subvenciones públicas.

El edil responsable, Vicent Granel, anuncia: «Probablemente la próxima semana vendrán representantes de la Conselleria de Cultura para visitar las instalaciones y agilizar las gestiones». Paralelamente, el Ayuntamiento prepara la documentación requerida para recibir el visto bueno.

zonas conjuntas // Asimismo, para lograr el nombramiento, deberá compartir dependencias y personal funcionario con otros departamentos. De hecho, han previsto que fusione emplazamientos con el Museu Arqueològic, como las salas de almacén y restauración, así como la biblioteca. Por otra parte, deberá tener director y auxiliar administrativo, puestos que ostentarán las mismas personas al frente del dedicado a la arqueología.

Además, el presupuesto municipal del 2019, que previsiblemente aprobarán mañana, contempla una partida para el futuro recinto museístico para cumplir otra de las exigencias.

Otras cuestiones, más asequibles a implantar, serán la renovación de piezas --cada año añadirán, cuanto menos, los ninots indultats-- y también contemplan cambiar la documentación expuesta, algo a lo que se comprometieron las entidades falleras promotoras de la iniciativa. Al respecto, existe una gran cantidad de materiales que no son visitables por falta de ubicación, pero están perfectamente clasificados para mostrarlos al público.

apoyo // Aprovechando que todavía es solo una exposición, el consistorio solicitó una subvención de 5.000 euros que irá destinada a promover muestras relacionadas con la Unesco, aspecto que tiene cabida por la declaración de las Fallas el pasado 2017 como Patrimonio de la Humanidad de carácter inmaterial. Cara al futuro, explica Granel, anhelan recibir apoyos económicos con regularidad, de ahí el interés por lograr el título de museo.

La actual muestra se impulsó después de la movilización de la Federació de Falles y el Grup d’Estudis Històrics, y quedó inaugurada el pasado 8 de septiembre, dentro de las fiestas de la Mare de Déu de la Misericòrdia.