El Ayuntamiento de Burriana ha iniciado la reversión de más de 130 nichos del cementerio. Se trata de apenas el 10% de los espacios a los que ha expirado la concesión de 99 años que otorgaban el siglo pasado, que está por encima de las actuales.

Los propietarios de las llamadas casetas reciben una comunicación escrita del consistorio en la que les advierten de la caducidad y de que deben proceder a la renovación del permiso o, en caso contrario, la sepultura pasará a manos del Ayuntamiento, que es el titular de la instalación.

Si esto último sucede, vacían el nicho y depositan los restos en el osario del camposanto burrianense. No obstante, antes de ello, el consistorio dispone de un espacio para dejar temporalmente los restos «y dar un plazo extra a los familiares por si todavía se deciden a recuperarlos», puntualiza el concejal responsable del cementerio, Vicent Aparisi.

Los más de 60 nichos que ya han vaciado han supuesto un reagrupamiento de familiares, con lo que aún no se ha procedido a ninguna retirada de restos.

26.000 // El cementerio de Burriana fue inaugurado en 1834 y acometieron la primera ampliación en 1928. Ahora está a punto de comenzar una nueva intervención en terrenos anexos, pero en los extramuros. Los operarios municipales tienen perfectamente catalogados todos los enterramientos. El primero data de 1840 y en total estos mismos trabajadores han contabilizado que en la actualidad habrá enterradas unas 26.000 personas.