Sufrió las inclemencias del tiempo hasta en dos ocasiones. La lluvia no dejó su normal desarrollo el 4 de marzo, cuando estaba inicialmente prevista, ni a la semana siguiente, fecha alternativa elegida en primera instancia. A la tercera fue la vencida, y la Cavalcada del Ninot infantil de Burriana se desarrolló conforme al guión previsto, como epílogo inusual el ciclo josefino del 2018.

El único fenómeno meteorológico que pudo poner el riesgo la cita fue el viento, que sopló con fuerza en diferentes puntos de la provincia, pero que no impidió el normal transcurso del esperado evento. En la tarde de ayer comparecieron todas las carrozas, incluidas las que tuvieron tiempo de salir el 11 de marzo, antes de que el agua se presentara como elemento no deseado, un hecho que provocó que algunas mostraran ayer importantes desperfectos en los papeles de seda que visten los monumentos.

ESCENARIOS / La celebración arrancó a las 16.30 horas, encabezada por los músicos de la Colla de Dolçainers i Tabaleters. La calle l’Escorredor fue el principal escenario de la comitiva, que en un principio mostró una asistencia de público inferior a la de anteriores veces, pero que a medida que avanzó el acto fue animándose de manera notable. Acto seguido, los participantes transcurrieron por la calle Encarnació, mientras que el tramo final tuvo como marco la plaza 9 d’Octubre.

Las comisiones que obtuvieron premio lucieron los banderines acreditativos de sus galardones, como fue el caso de Barri València, Don Bosco, Camí d’Onda y la comisión de La Ravalera. Mientras tanto, las falleras lanzaron caramelos entre el público. La mayor parte de desfilantes hicieron recorrido libre, con una gran diversidad de temáticas, que iban desde cuentos clásicos, personajes de película o las referencias del mundo de los superhéroes.

Una vez se completó el trazado, los pequeños se desplazaron hasta la Llar Fallera, donde disfrutaron de una merienda popular, además de unos juegos hinchables dispuestos para esta ocasión. Con ello se quiso hacer un reconocimiento por el apoyo a una cita marcada primero por el infortunio, y que tras los aplazamientos tuvo un final feliz.