Burriana salió ayer a la calle para participar o ver el desfile del Santo Entierro en el que procesiona el Santo Sepulcro, una obra que data del año 1945 y que en esta edición cuenta con la imagen totalmente restaurada. Es el paso que cerró el desfile y pertenece a una cofradía que nació hace 86 años y fue la primera que tuvo la ciudad. El Sepulcro es obra de Francisco Pablo Panach y fue conducido a hombros por 36 personas.

A pesar de que en la localidad las procesiones solo paran el Jueves Santo y el Sábado Santo, es el desfile del Santo Entierro el más participativo y solemne y va acompañado del canto de saetas a cargo de los integrantes de la Asociación Cultural Juan Varea en puntos estratégicos del recorrido: Sant Xotxim, cruce Raval-l’Escorredor y la Tanda, y con la Agrupació Filharmònica Borrianenca acompañando al Sepulcro. Antes, salieron las otras seis cofradías que tiene el municipio. En esta ocasión, debido a las fiestas de las Fallas, el Santíssim Crist de la Mar no procesionó por el barrio marinero, sino únicamente por las calles de Burriana y fue la única, junto con el Sepulcro, que solo ha participado en un desfile procesional de la Semana Santa burrianense. H