La primera edición de la Mediterrània Pop Up Market de Burriana cerró a última hora de la tarde de ayer sus puertas. El sofocante calor de la jornada dominical supuso un inconveniente para disfrutar plenamente de las propuestas de esta nueva iniciativa, pero el evento se ha revelado como un nuevo frente de atracción comercial para vecinos y veraneantes, sobre todo a partir del momento en el que cayó el sol.

La cantidad y gran variedad de actividades programadas fue un reclamo para visitantes de todas las edades, y desde la Federació de Comerç se vislumbra como un evento a continuar en el futuro.

Sacar los negocios a la calle siempre exige una tarea extraordinaria para los responsables de los establecimientos, no solo por lo que significa el transporte de la mercancía, sino también por la coincidencia con el horario de la tienda. Pero aún así, destacaron que valió la pena. No solo por las ventas realizadas en estos dos días, sino por los contactos con nuevos posibles clientes, ya que el evento logró abrir sus comercios a gente que no los conocían.

ENTORNO // El paraje en el que tuvo lugar la Mediterrània Pop Up Market, bajo los árboles del antiguo cámping del Arenal, se entiende como una zona de esparcimiento para la población y, por lo tanto, los visitantes no vieron esta novedosa iniciativa como un mercado al uso, sino también como una nueva experiencia para ir de compras.

En este estreno han sido 30 los comercios participantes, que representan a gran parte de la oferta del municipio, desde la restauración a la moda, la bisutería o el mobiliario. Los asistentes no solo tuvieron la oportunidad de conocer los productos ofrecidos por las tiendas, sino que disfrutaron de actuaciones musicales, talleres para todas las edades, una zona de chill out y demostraciones de cocina en vivo, que dieron un gran dinamismo a un intenso fin de semana. Todo ello, envuelto de un ambiente especialmente mediterráneo, que se sumó a las propuestas de dinamización económica para la localidad. H