Que la adolescencia es una edad complicada es una realidad que nadie pone en duda. Entre los 16 y los veintipocos se producen multitud de cambios y se plantean muchos retos. Posiblemente, los que suponen una mayor carga tienen que ver con decidir qué se espera del futuro.

No es raro encontrar a quien tiene claro a qué se quiere dedicar el día de mañana. Las universidades, los institutos... están llenos de jóvenes que han cogido las riendas de su destino.

Pero la tesitura no es fácil, sobre todo cuando no tienes ni idea de qué camino quieres seguir. A todos esas personas que ni estudian, ni trabajan, ni saben qué hacer con su vida, se les venía llamando Ninis. Ahora se ha inventado otro término para poder meterlos en el mismo saco. Pero a la Concejalía de Juventud de Nules no le gustan los sacos y prefiere tratar a los jóvenes desorientados, perdidos, aburridos de sus circunstancias o cansados de una presión que llega a abrumarlos, como individuos únicos a los que hay que dar una oportunidad, porque es pronto, aunque a veces se les haya convencido de que sus fracasos, recién superada la pubertad, ya sea su estigma.

El Consell, desde el área de Juventud, ofrece a los municipios una serie de programas en los que se destinan recursos para recuperar a quienes, en realidad, nunca se perdieron, simplemente no supieron por dónde continuar y por eso están en pausa.

Entre todos esos programas, el Ayuntamiento de Nules ha elegido el de Jove Oportunitat, porque «no les ofrece más de lo mismo, sino que trata de identificar sus potencialidades, para demostrarles que también las tienen y de ellas depende su futuro», dice la edil de Juventud, Rosa Ventura.

Y en esa misión se embarcaron a finales del 2017: la de identificar a todos esos jóvenes, entre 16 y 21 años, que abandonaron tras la ESO porque no querían estudiar más, que dejaron el ciclo formativo que en primera instancia habían elegido por no ser lo que esperaban, o que se dieron cuenta de que lo suyo no era estudiar una carrera, tal vez porque ni siquiera sabían qué carrera estudiar.

Jóvenes reencontrados

La maquinaria se ha puesto en marcha y en ella se han implicado el área de Juventud, la de Servicios Sociales, el IES Gilabert de Centelles y el Servef. Han confeccionado un listado de nombres a quienes ayudar. «El proyecto no tiene coste para el municipio, solo tenemos que buscar a los beneficiarios».

En el Casal de Joves, a partir de febrero, les esperará un coach que les ayudará a reconocer que el futuro no es una losa sobre sus cabezas, sino una oportunidad a su alcance que pueden aprender a gestionar. A eso se les animará con la financiación de la Generalitat valenciana y Fondos Europeos, a dedicar «un ratito a pensar en su mañana», concluye Rosa Ventura.