Cuatro años después de la presencia de cabras hispánicas en el castillo de Morella, desde hace varias semanas un espectacular ejemplar de macho cabrío se ha instalado en la base de la fortaleza, junto al paseo de la Alameda. Además, diversos vecinos coinciden que podría ser de nuevo Espartero, como se conoció al animal de esta especie que encontró su hogar en el interior del monumento en el 2012, convirtiéndose en un reclamo turístico y un fenómeno en las redes sociales. «Al 99% creemos que es el mismo macho, tras estudiar las marcas de los cuernos», apunta el fotógrafo Miguel Ángel Troncho, que retrató al visitante hace cuatro años y en la actualidad.

El macho de cabra hispánica es viejo, por la gran cornamenta que luce, y en esta ocasión, prácticamente no entra al castillo. Eso sí, tiene más predisposición a estar cerca de las personas. «Está en la zona que limita con pinos, pero cuando llega la noche y a primeras horas de la mañana es fácil verlo por el paseo», destaca el director de Museus de Morella, Carlos Sangüesa. Más de uno se ha sobresaltado topando de frente con este macho, que no supone peligro para las personas.

La presencia de estos animales salvajes es habitual en los alrededores de la ciudad amurallada por la superpoblación existente en Els Ports. Lo inusual es que escojan como casa el castillo. H