Como una prueba más del proceso de degradación que afecta al Teatro Serra de Almassora, el pasado miércoles se desprendió un trozo de cornisa del citado inmueble, que alberga también el centro parroquial.

Frente a esta situación, que ocurrió la semana anterior, el concejal delegado Servicios Públicos, Luis Martínez, explicó a Mediterráneo, que este desprendimiento se debía "al estado de deterioro del edificio, debido a su antigüedad".

Cabe señalar que este bloque se encuentra situado en la zona del Raval y en febrero del próximo año cumplirá más de un siglo, concretamente, 111 años.

El edil popular explicó que al día siguiente del incidente, el pasado jueves, los efectivos de la brigada de obras llevaron a cabo el saneamiento del trozo de cornisa que se había caído y se quitaron las partes que se hallaban más sueltas. Incluso se valló la zona para evitar percances.

Asimismo, el aparejador municipal revisó la fachada y el interior del inmueble, que actualmente es propiedad de la Iglesia, para comprobar que todo estaba en perfectas condiciones.

De hecho, ayer fue el punto neurálgico de la Presa d´Almassora y en el balcón estuvieron las autoridades. Posteriormente, también acogió un concierto conmemorativo por el hermanamiento con Biancavilla.

Cabe señalar que la última restauración de las instalaciones se llevó a cabo en 1997. El pasado 12 de octubre cuando tuvo lugar un concierto por su centenario, algunas voces vecinales reclamaron una rehabilitación urgente, con los medios técnicos actuales, que de esta manera ayude a completar la oferta cultural.