Sant Antoni y el dimoni copan estos días la agenda de actividades de la provincia. Sobre todo a partir de hoy, onomástica del patrón de los animales. Una celebración que tiene en el fuego uno de sus componentes fundamentales, con las hogueras, grandes barracas, cohetes o las brasas para cocinar y facilitar reuniones de hermandad alrededor de una mesa.

La fiesta por excelencia del invierno acelera el próximo fin de semana, tras llevarse a cabo en Olocau del Rey, les Coves, Vilafamés, Castellfort o la Vilavella, los más tempraneros. Ayer comenzaron a intensificarse las propuestas, presagiando las jornadas que se vivirán hasta el domingo.

Otro elemento esencial son las bendiciones y les matxaes, que se suceden para otorgar protección a los animales, junto al reparto de las tradicionales pastas, elaboraciones que en cada localidad tienen una particularidad.

No faltará el teatro, con La vida del sant, un clásico que relata cómo se forjó la figura del santo, o el Alto del rellotge de Vilafranca. Y, cómo no, las santantonades, que tendrán el viernes, en Forcall, y el sábado, en Villores, dos de sus destacadas citas. El mejor consejo sobre Sant Antoni, vivirlo.