Las fiestas patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo de la Vall d’Uixó están cada vez más cerca. Una evidencia no solo marcada por el calendario, sino por una de las citas indispensables dentro de su programación, la de la presentación de su reina 2019, Carmen González Royo, que desde anoche ostenta el cargo de forma oficial, tras superar una noche cargada de tradiciones, protocolo ceremonial y emociones.

Acompañada en su corte de honor por Núria Serra Roldán y Adriana Beltrán Esteve lució una permanente sonrisa, acorde con los nervios propios de una joven que asume la responsabilidad de la representatividad de toda una ciudad, y de buen seguro, por ser el centro de atención en una velada donde los símbolos de estas celebraciones tuvieron un protagonismo indiscutible.

HISTORIA DE LA FIESTA / De remarcar los orígenes se encargó, en buena medida, la persona encargada de ejercer la función de mantenedor, el historiador Leopoldo Peñarroja Torrejón, que acumula una amplia experiencia en estos compromisos, por lo que supo resumir en su tiempo la esencia que definiría a las celebraciones patronales.

Peñarroja --que ocupó el espacio reservado a los oradores en el Auditori, edificio al que da nombre su padre--, quiso restar trivialidad a los eventos populares, pues considera que «son un aldabón fundamental para trazar la identidad histórica como pueblo», en especial de las fiestas patronales, que encuentran su origen siglos atrás, cuando nacieron con una vocación «clarísimamente religiosa, un valor que se ha de sostener en la actualidad».

Con un discurso en el que relató diferentes plazos históricos que dan sentido a la conformación de la ciudad, su pretensión principal fue la de «levantar el ánimo colectivo», rememorando «la conformación de la comunidad humana que es la Vall». No faltaron las referencias a las vinculaciones con la fiesta de la reina y su corte de honor.

No faltó la visita de representantes de otros municipios y la participación de colectivos.