Con un éxito rotundo de participación y asistencia, ayer, al caer la tarde, en la plaza San Juan de Benicarló, se dio el pistoletazo de salida oficial a la Fiesta de la Alcachofa y se hizo con una degustación popular de pinchos de auténtico récord. Empleando el argot deportivo, se consiguieron varias plusmarcas respecto a ediciones anteriores.

Así, se superó el número de bares y cafeterías participantes (50), circunstancia que propició que se elevara la cantidad de montaditos elaborados (1.200). Y se disparó también la afluencia del público, que a su vez, literalmente, pulverizó los tiempos previstos a la hora de consumir las suculentas propuestas de la BBC (Asociación de Bares y Cafeterías de Benicarló) y de otras entidades que se implicaron.

En presentaciones dulces y saladas, tradicionales e innovadoras, con diferentes texturas y múltiples combinaciones, la reina de la huerta local volvió a reinvertarse una vez más gracias a la creatividad, experiencia y sapiencia en las artes culinarias de los artífices de las tapas, maestros en el concepto del gastrobar, que demostraron que no está todo escrito sobre la recurrente versatilidad de la alcachofa y que, a medida que las ediciones de la fiesta en su honor se suceden, se descubre un nuevo secreto guardado entre las hojas y el corazón de la venerada hortaliza.

Y si los creadores de las tapas se encargaron de exaltar los sentidos del respetable a través del aroma, la presentación, la textura y el sabor de las suculentos bocados; el deleite para los oídos lo puso Jàssera y su deliciosa sinergia de jazz y bossa nova, que encandiló al público.

La degustación sirvió, a la sazón, como aperitivo a las Jornades del Pinxo de la Carxofa, que se alargarán hasta el próximo 29 de enero y que atraen a personas de toda la comarca.