El radical cambio térmico registrado entre el sábado y el domingo en todo el territorio de la Comunitat Valenciana ha dejado mínimas de récord para un mes de agosto en la provincia de Castellón. Bien lo saben los vecinos de municipios como Castellfort, Fredes, Vilafranca o Morella, donde han alcanzado las temperaturas más bajas de las tres provincias, con 6,7; 7,5 y 8,6 grados respectivamente. La de Castelló también fue la más fría de las tres capitales autonómicas, con 15,9 grados.

Frío casi invernal que ha llegado de repente con caídas de hasta 7 grados respecto a las jornadas previas que, posiblemente, fueron las más bochornosas del verano. Bien podría calificarse esta bajada como histórica, pues el observatorio de Castelló, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), registró ayer sus segundas temperaturas mínimas más bajas del siglo XXI para un mes de agosto.

Posiblemente han contribuido en este desplome de los termómetros las fuertes rachas de viento que han acompañado a este cambio tan radical, y que han oscilado entre los 75 kilómetros por hora de Fredes, los 54 de Vilafranca, los 48 en Morella y los 43 de Vinaròs.

Otra llamativo contraste meteorológico fue el que afectó a litoral, donde un ambiente mucho más fresco llegó acompañado por un temporal de mar con olas de hasta 2 metros, del que ayer solo quedaban algunos desperfectos como rotura de pasarelas, pues la calma y las banderas verdes fueron la tónica dominante.

Lo inusual de este cambio lo han sentido los ciudadanos y lo confirman en la Aemet, desde donde aseguran que «no es muy frecuente tener estas mínimas tan bajas en agosto, pero no es la primera vez que ocurre». El 10 de agosto del 2017 se llegó a 15,7°.

Durante los próximos días, las previsiones apuntan a una ligera remontada de las temperaturas, aunque no volverán a superarse los 29 grados en toda la semana, mientras las mínimas seguirán siendo frescas en zonas de costa y bastante frías en el interior, donde podrían situarse en los 11 grados el próximo viernes.