La festividad del Pilar, el 12 de octubre, llevó asociada ayer, como es tradicional, el arranque de la temporada de caza, que se extenderá hasta finales de febrero. Un curso cinegético que prevén «magnífico» debido a las buenas condiciones del monte y la proliferación de especies salvajes como el jabalí.

En Els Ports, la Sociedad de Cazadores El Maestrazgo ha completado las primeras batidas (la campaña mayor comenzó en septiembre y ayer lo hizo la menor) y apuntan al optimismo. De hecho, las perspectivas positivas se van confirmando y el pasado domingo una cuadrilla que caza en Morella abatió 20 jabalís en un día.

El presidente de la entidad, Jorge Querol, señala: «Pensamos que será un año con bastantes capturas. El tiempo registrado durante el confinamiento, con muchas jornadas de lluvia, supone que haya bastante comida en el monte». Otro estímulo es la cantidad de fauna detectada en la zona. «Hay un importante número de jabalís y un gran aumento de especies como la perdiz, codorniz o la paloma», manifiesta Querol.

Coronavirus

Pero la temporada 2020-2021 será recordada, sobre todo, por ser la que convive con la pandemia del coronavirus. Los efectos de las restricciones también afectan a los cazadores, que se han visto obligados a cambiar algunas de sus rutinas. «Evitamos las reuniones de muchas personas, hacemos las actas de las batidas los días anteriores y desollamos las piezas cazadas con el menor número de compañeros posible», comenta el presidente. Por otro lado, las cuadrillas incrementan las medidas de protección y prevención. «Todas las sociedades hemos hecho un esfuerzo económico para dotar nuestros espacios de gel hidroalcohólico, jabón, lejía y mascarillas», explica Querol.

Sarna

A la preocupación ante el covid-19, hay que sumar el seguimiento y control de la sarna en la cabaña de cabra hispánica. En el norte de la provincia sigue vigente el protocolo relativo a la enfermedad. La acción más efectiva es el pienso medicalizado. «Hemos observado buenos resultados, a pesar de que es muy difícil inmunizar grandes grupos de cabras, puesto que se mueven mucho por el territorio», según Jorge Querol, quien reivindica más apoyo por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, por el «esfuerzo económico» que les supone este protocolo, así como la dedicación de tiempo «muy importante» que conlleva: «No podremos ganar a esta epidemia sin más medios».

Sobre el respaldo institucional, cazadores del norte de Castellón agradecen las últimas ayudas impulsadas por la Diputación.