El club de cazadores la Muntanya de Borriol ya lleva cazados once ejemplares de jabalí desde principios de septiembre, cuando se abrió una veda que se prolongará hasta mediados de febrero.

El secretario del coto borriolense, Salvador Pallarés, aseguró que en el término municipal tienen «muchos problemas» tanto con los jabalíes como con las cabras. «Se han llegado a divisar grupos de hasta diez ejemplares de cerdo salvaje y si una manada tan grande entra en un campo pueda causar graves prejuicios a los labradores», explicó Pallarés.

Desde inicios de septiembre, cazadores y agricultores se coordinan para pedir la autorización de batidas en las partidas donde se evidencia la presencia de animales. Ayer, por ejemplo, se cazó entre el camino de la Reptura y el Bocaverd. No obstante, afirman que no es suficiente, puesto que solo se autorizan dos días a la semana, y piden más permisos.

Asimismo, también exigen a la Generalitat aumentar las esperas nocturnas, un tipo de práctica cinegética que solo se puede hacer entre abril y agosto.