Un informe del servicio de ingeniería municipal del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó certifica que «no existen problemas provenientes de la red municipal de agua potable», en relación a las constantes denuncias sobre la falta de presión del suministro en la zona de los bloques de pisos existentes en el grupo La Unión.

De hecho, la técnica responsable de este departamento afirma en este documento, con fecha de 9 de mayo del 2018, que «no se han localizado ni fincas ni viviendas con presiones inferiores a las mínimas exigidas», por lo que concluye que las deficiencias que pueda haber «son interiores, de las propias casas». De este modo, desde el consistorio, con el aval técnico, se da por zanjada la polémica y se insiste en emplazar a los residentes que detecten cualquier incidencia a que se pongan en contacto con el departamento de Urbanismo de la ciudad.

El documento se confeccionó tras la visita que realizaron esta semana a la zona afectada la alcaldesa, Tania Baños; la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé; el primer teniente de alcalde, Antoni Llorente, y los técnicos de Facsa y del Ayuntamiento.

Tal y como se plasma en el trabajo, de acuerdo con el artículo 23 del reglamento del servicio de agua potable, «la presión mínima a la que se debe suministrar a pie de calle es de 1,5 kg/cm2». En el día del recorrido se comprobó que «las de las edificaciones más altas superan con creces la mínima requerida», al oscilar entre los 2,7 y los 2,8 kg/cm2.

En cuanto a las pruebas que se hicieron de forma aleatoria en algunos hogares, la ingeniera municipal recoge con detalle los datos obtenidos que, entre otras cuestiones, pusieron de manifiesto, por ejemplo, que en el tercer piso del bloque 1, se alcanzaban los 3,6 kg/cm2; que se detectan problemas con al menos un par de calentadores que podrían estar obstruidos o que la presión mínima registrada se mide en varias viviendas de los bloques 13 y 14 y se alcanzan los 2,4 kg/cm2, según el documento oficial.

DEFICIENCIAS INTERIORES / Entre los datos que se incluyen resulta contundente la afirmación de que «en el mismo inmueble y a la misma altura, unas viviendas dicen tener problemas y otras no» lo que, a su parecer, corrobora la evidencia de que estos se deben a las instalaciones privadas de cada uno de los afectados.

Otra cuestión que destaca la ingeniera del Ayuntamiento es que en el listado facilitado por la asociación vecinal hay «18 nombres, de un total de siete bloques» aunque «no se concretan casas exactas, ni número de teléfono de contacto, por lo que no se puede concertar una cita de revisión», un hecho ya advertido por el propio equipo de gobierno.