Con el mes de junio a la vuelta de la esquina continúa la incertidumbre en muchos puntos del litoral castellonense sobre la puesta en marcha de chiringuitos y merenderos. A la falta de confirmar permisos de Costas, este año el factor más desestabilizador es la crisis causada por el coronavirus, que condiciona las previsiones de los empresarios que gestionan este tipo de establecimientos. Ante el negativo horizonte económico, algunos ya plantean alargar la temporada hasta otoño para compensar las pérdidas precias al verano.

Desde Benicàssim, algunos gerentes incluso reclaman que la campaña siga hasta «noviembre o diciembre», en lugar de acabar a principios de octubre. Asimismo, reclaman medidas que compensen las afecciones de la pandemia o que les devuelvan la parte proporcional del dinero que pagan por las concesiones.

Por su parte, el Ayuntamiento de Burriana estudia ampliar la titularidad un año, además de prorrogar los permisos para cerrar el 30 de septiembre. Los dueños también requieren bonificaciones, como la supresión de tasas para aliviar la carga económica.

Una de las afectadas en este municipio es Estela, propietaria del Merendero Manolo, quien manifiesta que estuvo a punto de no abrir: «Nos daba miedo arriesgarnos de que a mitad temporada nos cerrarán, ya que el gasto inicial es muy alto». Valora «positivamente» ampliar la terraza.

Otro factor clave para activar estos espacios son los permisos. Ayer se confirmó que Cabanes podrá abrir sus chiringuitos, zona de hamacas y realizar actividades tras el OK de Costas.

También han dado luz verde a la propuesta de Moncofa, que incluye la instalación de los merenderos en Pedra-roja, Grau y Masbó. Solicitudes como la de Burriana, presentada el pasado lunes, u Orpesa continúan a la espera.

Respecto al inicio de temporada, son los ayuntamientos los que marcan las fechas. En Burriana, el edil Bruno Arnandis cree que será con el inicio de julio. En Orpesa, la alcaldesa, María Jiménez, avanza que los dos chiringuitos abrirán, en principio, el 15 de junio. En Benicàssim, están gestionando la autorización, cara a la Fase 2 y se pueda ir a la playa, mientras que en Moncofa montarán en unos días, pero alertan del mal estado de su litoral.