La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) realizará en las próximas semanas dos actuaciones de retirada de arrastres en la comarca del Alto Mijares con las que intentarán paliar, en algunos tramos del río Millars, las consecuencias del episodio de fuertes lluvias de noviembre del 2015.

En concreto, los trabajos previstos por el organismo se localizarán en los términos municipales de Fanzara y Vallat, en este segundo caso, en la zona donde el río Villahermosa desemboca en el Millars. La CHJ responde así a las críticas de varios alcaldes de esta comarca castellonense, que en declaraciones a Mediterráneo se quejaron de la “inacción” del organismo público dependiente del Gobierno de España.

De hecho, fuentes del ente con sede en Valencia informan de que, entre finales de enero y principios de febrero, ya se realizó una intervención de retirada de árboles caídos y restos vegetales acumulados en el barranco de Palos (Arañuel), en una masía que está en la orilla del cauce.

Al respecto, el munícipe de esta localidad, Justo Palomares, afirmó que se trata de una “actuación puntual” que “no soluciona el problema estructural” que existe. El primer edil mantiene su enfado con la institución, con la que afirma tener una “lucha constante” con el objetivo de que el municipio tenga el Millars “en perfectas condiciones”, sobre todo porque es uno de sus “mejores atractivos turísticos”.

Los alcaldes consultados temen que, si no llega una actuación más ambiciosa en toda la comarca, se produzcan riadas si esta primavera llueve con fuerza. H