La jornada de ayer será difícil de olvidar para los pescadores de la barca Germans Peris de Peñíscola, después de estar a punto de hundirse en alta mar, al colisionar con un mercante que se dirigía hacia Tarragona.

Los hechos ocurrieron a unas seis millas al sureste del puerto de Peñíscola, cuando el buque Emek S golpeó contra la parte delantera del pesquero. Lo desigual del choque queda patente con las consecuencias. Mientras el primero prosiguió su trayecto sin mayores complicaciones aparentes, el Germans Peris presenta un enorme boquete, que tardará varias semanas en repararse.

Inmediatamente después del incidente, las embarcaciones cercanas hicieron valer su espíritu solidario para evitar el hundimiento y avisar a las autoridades. Al poco, llegó Salvamento Marítimo para socorrer al Germans Peris en su trayecto hacia los astilleros de Benicarló. Afortunadamente, la tripulación no sufrió daños de consideración, tan solo uno de los pescadores recibió un golpe en la cabeza en el momento del alcance de la embarcación.

Según algunos testigos, la Germans Peris estaba calando cuando se aproximó el mercante que, señalan, "funcionaba con el piloto automático". Es por esta razón que se supone que no se desvió del trayecto, "aunque la barca faenaba en medio del mar y tenía menos margen de maniobra".

Durante la mañana se inició la investigación para aclarar las circunstancias del choque y despejar responsabilidades. Por los astilleros, en la zona portuaria de Benicarló, se acercó el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, interesándose por este caso.

Los pescadores peñiscolanos no solo han mostrado su preocupación por las posibles consecuencias de este accidente, sino también por la lejanía de las dotaciones de Salvamar. "Las más cercanas son las de Burriana y Sant Carles de la Ràpita, a pesar de que la flota de pesca en nuestra zona es muy grande y existe una gran cantidad de embarcaciones recreativas", explicaba el familiar de un patrón. Una falta de medios que contrasta con la reciente puesta en marcha de una antena del servicio de vigilancia Sive en plena Serra d´Irta.

La Germans Peris no podrá volver a faenar en varias semanas. Se calcula que la reparación podría estar lista para junio, lo que permitirá trabajar muy poco, ya que en julio y agosto se produce la preceptiva parada biológica.