Cuando María N. Barrachina era una niña, soñaba con ser científica. Hoy lo es, y no cualquiera. Se ha convertido en una profesional con méritos y capacidad suficientes como para despertar el interés de los responsables del equipo de investigación de referencia mundial sobre la trombosis, que tiene como objetivo «trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas», asegura.

María es biotecnóloga, máster de investigación de medicamentos y doctora en Farmacología. Pero por encima de sus títulos académicos, lo que llevó a la Universidad de Harvard a escogerla a ella entre otros muchos candidatos de todo el mundo, fue su amplio currículum. «Me dijeron que les gustó mi trabajo analizando muchos datos, interaccionándolos entre sí y aplicando hipótesis».

En tiempos de pandemia, cuando los científicos han cobrado protagonismo por tener en sus manos la salida para la crisis del covid-19, esta investigadora de la Vall d’Uixó incide en que «es muy importante y necesario estudiar lo que es el covid-19 y cómo hacerle frente, pero no podemos olvidar que existen otras muchas enfermedades que necesitan la misma atención». Como la obesidad, el tema central de su trabajo de fin de máster, en el que planteó cómo solucionar los trombos que genera la hiperreactividad de sus plaquetas.

Un propósito similar la ocupará los próximos cinco años, «la búsqueda de fármacos más adecuados para mejorar la vida de las personas con obesidad».