La Mata se queda sin farmacia. El cierre de este establecimiento de primera necesidad, que llevaba abierto más de 25 años, ejemplifica de nuevo el grave problema de despoblación que sufre el interior.

El consistorio impulsa como solución un botiquín permanente. Esta alternativa permite a las farmacias que tienen la tienda física en otro municipio ofrecer este servicio.

Al respecto, el alcalde, Jorge Royo, explica que «cubrimos así la prestación a los vecinos para obtener medicamentos». El primer munícipe es optimista con respecto a esta propuesta y comenta que «ya hemos recibido varias llamadas de establecimientos que estarían interesados en hacerse cargo». Además, según destaca, las condiciones son «muy beneficiosas» para el empresario que lo asuma, ya que «no tendrán que hacer frente a ningún alquiler, porque el botiquín se instalará en un edificio municipal, solo se harán cargo de la factura de la luz».

Por el momento, mientras se concreta la puesta en marcha de la nueva iniciativa, es la farmacia ubicada en Cinctorres la que brinda la atención ciudadana.

Sobre esta noticia relacionada con el éxodo rural, el senador de Compromís, Carles Mulet, señaló ayer que «este tipo de cierres o el de pequeños comercios suponen un drama, especialmente en aquellos servicios más básicos y esenciales. La Administración debe impulsar medidas fiscales».