Unas 500 personas acudieron ayer a la convocatoria que todos los años organiza la peña l’Arjup de Benicarló, para participar en una nueva edición de la Volta a Peu pels Aljubs. La actividad, enmarcada dentro de la programación de la Fiesta de la Alcachofa, permitió a los asistentes pasar una agradable mañana de domingo, de modo que los inscritos practicaron senderismo por el término local, a la vez que aprendieron a disfrutar del paisaje, la cultura y la gastronomía.

A lo largo de un recorrido de 20 kilómetros, apto para todos los públicos, los caminantes visitaron puntos emblemáticos del patrimonio rural benicarlando. Así, por senderos rodeados de campos de alcachofas, el trazado incluyó estos ancestrales depósitos de agua: el aljibe Vell, el de la Fossa del Pastor y el del Mas de Fabra. Además, visitaron la ermita de los Santos Mártires.

PARADAS / El trayecto contó con cuatro puntos de avituallamiento con fruta, bebida, pastas dulces, pastas de alcachofa y mistela; pero, sin duda, la recompensa fue degustar al llegar a la meta la suculenta olleta benicarlanda elaborada por la peña Setrill. El contundente plato fue la mejor forma de recuperar las fuerzas invertidas en la caminata. Con 16 ediciones a sus espaldas, esta marcha constituye uno de los eventos más esperados por los vecinos, cada vez que el invierno hace acto de presencia.