Unos 1.300 cofrades, junto a sus pasos procesionales, de gran belleza plástica y algunos con una larga historia, desfilaron por las calles de Vinaròs en la cita del Jueves Santo, pese a que la climatología no acompañaba.

La Federación de Cofradías y el Ayuntamiento decidieron celebrar la procesión visto que no llovía, aunque con un dispositivo activado por la Policía Local para salvaguardar las imágenes, si fuera necesario por la situación.

Destacó la participación de cuatro agrupaciones de cornetas, bombos y tambores, además de dos bandas de música, la anfitriona cerrando la procesión y especialmente invitada la de Xert, que ya había participado en varias ocasiones anteriores. La novedad estuvo en el recorrido, dado que para esta ocasión se apostó por arrancar desde la iglesia de Santa Magdalena en lugar de hacerlo desde la plaza Parroquial.

Y ayer viernes, el mal tiempo obligó a llevar a cabo el tradicional vía crucis en la iglesia de Santa Magdalena, aunque permitió que la procesión del Santo Entierro recorriera la ciudad.