Cerca de un millar de personas acudieron, ayer por la tarde, a cambiar su abono con cámping en Malvarrosa por el de Arenal con la intención de estar más cerca del recinto de conciertos. Aunque el cambio no conllevó ningún coste económico para los sounders burrianenses, estos sí que tuvieron que hacer cola durante aproximadamente una hora para conseguir realizar el canje.

Puesto que las puertas se abrieron a las 15.00 horas, fueron muchos los jóvenes del municipio que se desplazaron hasta el puerto de la localidad nada más acabar las clases del instituto, sin haber comido. Otros, por contra, optaron por hacerlo a la inversa y, primero, acudieron a casa a comer rápidamente y, después, se desplazaron hasta el puerto.

Fue la respuesta de los sounders locales a la oferta de la empresa de permitirles este cambio como consecuencia de la reubicación, por parte de la firma, en el recinto portuario de la explanada donde se celebrarán los conciertos.

SIN PERMISO MUNICIPAL // A pesar de todos estos movimientos, la celebración del Arenal Sound sigue pendiente de recibir la autorización por parte de los técnicos municipales. Así se encargó de recordarlo este fin de semana el concejal delegado del festival, Vicent Aparisi, quien volvió a recordar a la organización que el consistorio no les había avalado a la venta de los abonos, sino que era una acción llevada a cabo por decisión de la propia dirección del evento. Los trabajadores del consistorio deben evaluar el plan de seguridad presentado hace una semanas por la mercantil.

Mientras, el Arenal mantiene la venta de los abonos y los cifra ya en 33.000 para la edición de este próximo verano. Y es que, según dijo el director del festival, David Sánchez, “el proyecto acústico que presentamos en Malvarrosa cumplía con la legislación vigente y es el mismo que presentamos en Arenal, por lo que cumple también”. Sánchez añadió que “las medidas se quedarán ahí siempre, porque la normativa es la que es y por eso hemos invertido en las pantallas acústicas”. H