Las calles de Almassora se llenaron ayer de fiesta de la mano de la cabalgata del Pregó que, como cada año, inicia los actos en honor a la patrona Santa Quitèria, tras la presentación de la reina, María Portales, y su corte de honor.

Ataviadas con el traje de labradora y ya con la banda que las acredita de sus cargos, las siete jóvenes presenciaron el desfile desde su comienzo, en la avenida José Ortiz. Desde allí, partieron las 19 carrozas que tomaron parte de la comitiva y que fueron supervisadas por todo el recorrido para evitar incidentes.

La música de Tambors de Passió, con atuendo almogáver, alertó a los vecinos del paso de la cabalgata por las calles San Luis, Santa Quitèria, San Marcos, San Ramón y Trinidad tras las carcasas anunciadoras. Tras ellos, iban los niños de los parvularios y de los colegios, con sus Ampas.

PROTESTA // La sorpresa llegó con la creación del Regina Violant, que salió vacía bajo el lema Niños de cartón para un cole de contenedor como reivindicación por la situación en la que se encuentra el centro. En esta primera parte se sumaron las asociaciones culturales y sociales del municipio.

María Portalés, máxima representante de la localidad, y sus damas fueron las encargadas de lanzar los 800 kilos de caramelos al público desde el cierre de la procesión festiva, a la que precedió Jaume Vaquer, quien leyó el Pregó ante las autoridades.

Hoy será otra jornada grande en la ciudad con la romería hasta la ermita de Santa Quitèria.