La eliminación de la zona azul en la Vall d’Uixó sin que se hayan establecido alternativas no está siendo del agrado de los comerciantes. Desde una de las asociaciones consultadas aseguran que «es un sentir mayoritario» la opinión de que hace falta algún tipo de control en el tiempo de estacionamiento que de fluidez al tránsito de vehículos y facilite las compras en las zonas más céntricas.

Fue en mayo del 2019, en vísperas de los comicios municipales, cuando el ejecutivo local hizo efectivo un anuncio que ya recogían en sus programas electorales. Desde el tripartito consideraban que el contrato firmado por el Partido Popular por 10 años, para regular con el sistema de pago el aparcamiento en las principales áreas comerciales, era «abusivo». Aprovechando la conclusión del acuerdo, decidieron no prorrogarlo. Por aquel entonces se aseguró que la intención era buscar alternativas, pero esa opción continúa sin concretarse.

CAMPAÑA navideña / En la primera campaña de Navidad sin la zona azul, los dueños de tiendas dicen recibir quejas de sus clientes por los problemas que tienen para dejar los coches y que, en algunos casos, «optan por establecimientos donde estacionar es menos complicado», lo que va en detrimento de sus perspectivas de negocio, en unas fechas que suponen una de sus principales fuentes de ingresos anual.

Desde el equipo de gobierno confirmaron ayer que barajan distintas opciones. La Policía Local «está preparando informes» al respecto, porque no se quiere tomar una decisión sin tener en cuenta todas las implicaciones. «Es una cuestión compleja porque afecta a muchos agentes sociales, no solo a los comerciantes», según fuentes municipales.

Mientras tanto, recuerdan que la ciudad cuenta con un párking subterráneo público --bajo el parque del Polígono III y la estación de autobuses-- que tiene «300 plazas disponibles en pleno centro y es más barato de lo que costaba a los usuarios la zona azul». Emplazan a que aconsejen a sus clientes utilizar esta instalación.