Las tan esperadas obras del nuevo colegio Jaume I de Vinaròs, reivindicadas en la capital del Baix Maestrat desde hace más de una década, se iniciaron esta semana en los terrenos del antiguo campo de fútbol del Cervol. La empresa adjudicataria es Ocide y el proyecto cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros, con un plazo de ejecución de 13 meses.

El primer edil, Guillem Alsina, mostró su satisfacción y recordó que «se ha tenido que realizar un camino que se ha hecho exageradamente largo hasta llegar a este comienzo de las reformas». También quiso destacar que «esta construcción se pone por fin en marcha gracias al trabajo de todas las corporaciones municipales, desde el 2007 hasta la actual, y también a través del plan Edificant de la Generalitat valenciana».

Agradeció también «la implicación de todos los partidos de la oposición del consistorio», e insistió en que «el colegio Jaume I es la muestra de que mediante el trabajo conjunto de todos las iniciativas vitales para nuestra ciudad acaban siendo una realidad».

ADIÓS A LOS BARRACONES

Es sin lugar a dudas de una gran noticia para todos los vinarocenses, pero especialmente para la comunidad educativa del centro Jaume I, tal como apuntó el alcalde, «porque por fin dejarán los barracones y empezarán a olvidar esta pesadilla que dura ya más de 13 años».

El nuevo recinto educativo será posible gracias a su inclusión en Edificant. La redacción del plan fue adjudicada en diciembre del 2018 y en enero de 2019 se firmó el contrato con la empresa, mientras que el pasado 18 de febrero la Junta de Gobierno dio luz verde a la redacción del proyecto de ejecución del colegio, el primero que contará con una eficiencia energética de calificación A, ya que los costes de climatización, «superan los 400.000 euros», dijo Alsina.

Los tres edificios se dividirán en las aulas de Infantil, Primaria y el gimnasio polivalente, con dos pistas deportivas y ágora. El acceso principal se realizará desde la calle de Joan Fuster, si bien habrá otra entrada secundaria desde Boverals, totalmente accesibles. El complejo dispondrá también de unas puertas especiales que se cerrarán en caso de riada para garantizar la seguridad del CEIP.