Las fallas de Burriana cumplieron su palabra y no participaron de los actos conmemorativos del 50º aniversario del hermanamiento entre la Junta Local Fallera (JLF) y la falla Císcar Burriana para mostrar su desacuerdo con las formas y los tiempos llevados por la presidenta de JLF y concejala de fiestas, Lluïsa Monferrer.

Ése fue el motivo por el que los representantes de la falla valenciana superaron en más de un 50% a los representantes burrianenses a pesar de que los actos se celebraban en Burriana y también de la nula presencia de vecinos en el momento de la plantà del monumento fallero.

Las comisiones falleras mostraron el malestar con la presidenta de JLF por ocultarles el evento y no invitarles a participar del mismo aún a pesar de que hasta la fecha las fallas siempre habían participado de cuantos actos ha programado la Junta Local.

No obstante, no fue hasta que este diario publicó la intención de las fallas de boicotear el acto al no participar en él, cuando Monferrer decidió llamar personalmente a la Federació de Falles para, ahora sí, invitarles a participar en la recepción oficial. Tras convocar una reunión extraordinaria y de urgencia, finalmente las fallas decidieron mantener su postura de no acudir, aunque acordaron que fuesen al acto dos representantes, el presidente y el secretario general, pero solo a la recepción oficial y mantuvieron su postura para el resto de actos programados. Así las cosas, en total, acudieron medio centenar de personas, frente a las 86 que se trasladaron desde Valencia.

RECEPCIÓN OFICIAL // El salón de plenos del Ayuntamiento acogió el acto protocolario del 50º aniversario del hermanamiento, con interambio de discursos, detalles e insignias. Un acto sencillo, pero cargado de emotividad por los lazos personales que se han fraguado entre ambas entidades a lo largo de este medio siglo de vida y que se han mantenido vivos con el paso de los años.