Las obras de rehabilitación de la Torre Sant Vicent de Benicàssim han llegado a su fin. Los trabajos concluyeron a final de año, según anunció el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, quien indicó que ya se ha hecho «una certificación». Durante este mes está previsto llevar a cabo el remate de detalles que se puedan advertir en una próxima revisión para obtener la certificación final y la recepción de la obra, dijo Díaz.

Tareas importantes que quedaban pendientes, como la instalación de ascensor o la iluminación ya se han acometido, en el marco de unos trabajos que se han desarrollado durante el 2017, para poner en valor la fortificación más representativa de la ciudad.

El objetivo es, ahora, dotar a esta infraestructura y en los próximos meses de mobiliario y material audiovisual y tecnológico para dar a conocer su historia a los visitantes, por cuanto la previsión es abrir sus puertas cara a la próxima campaña turística.

La intervención en la torre, declarada Bien de Interés Cultural, permitirá hacerla completamente visitable a los turistas que, incluso, podrán acceder a lo más alto para admirar las vistas de la costa benicense. El monumento tiene también una escalera de caracol, que se ha rehabilitado como elemento singular que es.

INVERSIÓN // La restauración de la Torre Sant Vicent se ha realizado en el marco de la convocatoria de inversión del 1,5% cultural del 2017. El Gobierno central aporta un 75% y el consistorio el 25% restante de los cerca de 300.000 euros de inversión en una intervención que se ha prolongado por espacio de ocho meses y que ahora ha llegado a su fase final.

El proyecto tiene como objetivo convertir el edificio defensivo en visitable y alojar la celebración de actividades que sirvan para la interpretación de la historia de la fortaleza, que ha marcado una parte muy importante del pasado local, protegiendo a los benicenses de los piratas.