El Concurso de Repostería Clemenules ha vuelto ha conseguirlo. Entre los finalistas que se midieron ayer ante un jurado de expertos, hubo representantes de hasta cuatro provincias distintas: Castellón, Valencia, Alicante y Toledo, lo que constata que este evento se ha convertido ya en un referente para muchas escuelas de hostelería de toda España.

Entre el medio centenar de propuestas sobre las que tuvo que realizarse una selección en la fase previa, solo diez sedujeron al jurado, que ayer se enfrentó a la prueba más complicada: escoger las tres mejor planteadas y ejecutadas en directo, ante cientos de personas que no quisieron perderse una competición que llama siempre la atención por la calidad y la originalidad de los jóvenes que se postulan como chefs.

El veredicto tuvo en cuenta premisas que son fundamentales en la restauración como la presentación, el sabor, la ejecución... Finalmente, los tres ganadores fueron, en primer lugar, Alexandra Scardo Mackie, del IES Mediterráneo de Benidorm, por su Lingote de mandarina; el segundo fue Pau Guimera Obiol, del CIPFP Benicarló, por L’Horta a la taula; y en tercer lugar, Pedro Alberto Provencio, de la Escuela de Hostelería Costa de Azahar de Castellón, por su Carmela de Clemenules.

JURADO / La selección la realizaron Pepe Tormo, maestro y experto en la elaboración de helados artesanos por la Universidad de Alicante; la bloguera Cova Morales; Francisco González Yuste, miembro de la Cátedra de Gastronomía de la Universitat Jaume I; Francisco J. Alonso Araujo, crítico gastronómico; José Montejano, director académico del Máster de Pastelería de Gasma (Universidad Cardenal Herrera); Francisco Pérez Pastor, director de la Escuela de Hostelería y Turismo Costa de Azahar de Castellón y Vicente Martínez Pérez, que es presidente de la Asociación de Hosteleros de la localidad anfitriona.

Este acto, como resulta habitual, tuvo el complemento de la Mostra Gastronòmica Clemenules, en la que se sirvieron hasta mil muestras de bocados confeccionados con base de clemenules, la mitad dulces y la otra mitad salados, realizados en el primer caso por la junta de la Asociación de Amas de Casa y, en el segundo, por la Sucreria Sant Xotxim.