Técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente han constatado el vaciado completo de los residuos de la planta de Reyval en l’Alcora. Las instalaciones pararon su actividad, tras múltiples protestas y reivindicaciones, en mayo del 2017.

Fue una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la que aceleró el cierre, al anular la Autorización Ambiental Integrada que tenía la empresa para impulsar sus trabajos, resolución judicial que posteriormente ratificó el Tribunal Supremo.

La Generalitat impulsó desde ese momento un seguimiento sobre el vaciado de la planta y para controlar que los residuos se llevaran a los gestores adecuados. Además, el Consell destaca que el coste de estas acciones para clausurar definitivamente esta infraestructura ha sido asumido íntegramente por la compañía.